miércoles, 5 de agosto de 2009

Niño Soldado

Ok ok, éste es un cuentesín que escribí inspirado en una excelente canción de ska-p, la de niño soldado... ¿para reflexionar?... "tu indiferencia no tiene perdon ¿quién te robo el corazón?, apaga la televisión"
Eh nacido donde no hay nada, en un lugar donde la guerra es una lucha por la paz, mi ciudad natal se llama Miseria, un frio lugar en donde no existe la palabra libertad, una ciudad donde los sueños mueren y donde las lágrimas y la muerte son la única realidad, al cruzar la frontera acaba lo bueno y adentro no hay más que incierta maldad. El protocolo es arriesgar la vida para salvar, o arriesgarla para matar, y no hay más.
Fui secuestrado en una guerra, ahora soy actor de otra, eh sido torturado, ahora me encargo de hacerlo a otros, me han preparado para matar y ahora es de lo más normal, mi vida asfixiada de muerte se vuelve repetitivamente cruda, tan solo hay en mi una bestia , solo soy una sombra de dolor sin una verdadera identidad.
Al llegar el día, si hay laureles sobre nuestras sienes un asomo de felicidad aparece en nuestro mirar hasta que aparece el vino, pues hemos de brindar con su sangre y si al terminar el día la derrota nos abraza solo nos enfurece más.
Las noches aquí no son para descansar, la negra luna huye de aquí dejándome solo, tan vulnerable, tan mortal, pero con una sed de sangre inmortal. La debilidad aquí es sinónimo de muerte, motivo por el cual mi madre llorar ahora en otro lugar, mi padre me acompaña y me protege y en medio de este insomnio me recuerda que tras el humo aún quedan estrellas que mirar, y que cada vez que lloro, en mis lágrimas se refleja su brillar. Así es, no las puedo mirar, pero las recuerdo cada vez que puedo, haciéndolas brillar bajo mis húmedos párpados abrazado siempre del único amigo que, me han dicho, me será fiel; un pequeño revolver que me grita a cada disparo que él me va a proteger. ¿Cuántas armas eh aprendido a utilizar? ¿Cuántas formas existan para matar? ¿Cómo era el arcoíris, cómo era el mar, cómo era la vida, cómo era mi mamá? Mi vista es en blanco y negro, y se oscurece más al pensar que algunos niegan esta realidad y la tratan de iluminar.
Así acostado intentando descansar, interrumpe la habitación un soldado que empieza a gritar, corro por instinto a esconderme dejando tras de mi los rugidos de un arma, corro intentando no tropezar, no caer mas bajo si es que aún es posible, después de los disparos hay un silencio desgarrador y me saca de mi escondite la firme y tierna mano de mi padre, un soldado nunca ataca solo, es hora de huir. Salimos corriendo pero la inutilidad de nuestros pasos es descubierta al vernos acorralados, imagino mi futuro, el cuadro no es ajeno a los que pinto a diario, pero ahora yo soy el modelo, voces de mi padre intentando negociar
-Por favor, no me maten, podemos cooperar, tengo un hijo, ¡sólo no sobrevivirá!
Voces de los otros maldad en su sonrisa…
-No te mataremos, sabemos quien lo hará
Después de acribillarlo le quitan sus armas, una de ellas la más chica y fría es depositada en mi mano
-Él lo hará
Mi mano comienza a temblar, mi vista busca un hogar y mientras el silencio espera ser detenido en aquel oscuro lugar. Mi padre toma mi mano y la lleva hasta su cabeza – te amo- me dice con una mirada y asiente con dolor, mi respuesta es inmediata –yo más- le contesto con volteando mi vista.
Una detonación se escucha a la distancia, anunciando un nuevo comienzo, pero siempre el cuento es igual.

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